"A quien quiera acompañarme le cambio versos por penas,
bajo los puentes del Sena de los que pierden el norte
se duerme sin pasaporte y está mal visto llorar..."











jueves, 17 de julio de 2014

Alucinante...



By Willy Bogner.
Y no es un montaje...
Jose.

martes, 6 de mayo de 2014

lunes, 21 de abril de 2014

miércoles, 9 de abril de 2014

Interesante...

Artículo publicado en "Mujer de Hoy", 7 de abril de 2014.... Parece que se da sobre todo en mujeres....


"Cinco cosas que te están arruinando el gimnasio"

"El miedo al gimnasio tiene nombre. En inglés se denomina 'gymintimidation' y hace referencia al momento en el que el gimnasio se te empieza a hacer cuesta arriba, te parece que no avanzas y piensas que eres la peor en casi todas las clases. Tienes la sensación de que estás rodeada por diosas del fitness que hacen con gracia y soltura esas tablas de ejercicio que te agotan a los cinco minutos.
Una encuesta reciente realizada en gimnasios de Estados Unidos asegura que la 'gymintimidation' o el miedo al gimnasio es una experiencia dos veces más frecuente en las mujeres que en los hombres.  
Si crees que sufres este tipo de miedo, algo de esto te puede estar pasando:

1. Falta de conocimiento. Tus compañeros de sala o de clase tienen más nivel, están en mejor forma física o son veteranos clientes de tu nuevo entrenador. Eso quiere decir que lo entienden todo a la primera mientras tú no consigues hacer el primer movimiento. En estos casos se recomienda contarle tu vida al preparador físico y pedirle que baje el nivel o que te dedique más tiempo que a tus compañeros.  
2. Inconsistencia. No estás en buena forma física y te saltas el entrenamiento con frecuencia. Así es difícil desarrollar una rutina de ejercicio y mejorar de nivel. Además te hace sentir como un invitado en el gimnasio donde ya mucha gente se conoce. Eres una extraña. Si este es tu caso, intenta ser más consistente con el entrenamiento, y a medida que mejores tu forma física irás ganando confianza y te sentirás como en casa.  
3. Has elegido un entrenamiento que no va contigo. La gente necesita sentirse cómoda en su piel. Es decir, si no disfrutas bailando y te ves ridícula moviendo las caderas frente a un espejo, no te apuntes a clases de Zumba por más que sea la tendencia de la temporada. Invierte en ropa que te guste y que se avenga a tu personalidad, y trata que la única molestia sea el del esfuerzo físico, aquí si no conviene quedarse en la zona de confort.  
4. Estás muy pendiente de los demás. No te concentres demasiado en lo que hacen otros, en sus prácticas o su vida social en el gimnasio. Cada cual tiene sus intereses, y un gimnasio no debería ser un lugar para competir. Minimiza el tiempo de tu ronda por la sala de máquinas y concéntrate en tu tabla de ejercicios.  
5. No te esfuerzas demasiado y aún sigues en tu zona de confort. Si eres nueva en el club, el gimnasio puede parecerte un territorio hostil. Ya tienes suficiente con sobrevivir en esa jungla para encima machacarte con el doble de abdominales, así que sigues con los ejercicios que te indicaron hace dos años y a la media hora te vas para casa. En este caso, no te adaptas al nuevo club pero además no avanzas. Lo más recomendable es que cambies de rutina totalmente, empieces a probar clases nuevas y exigirle un poco más a tu cuerpo."


http://www.mujerhoy.com/salud/en-forma/miedo-gimnasio-causas-resultados-775431042014.html

Jose.

La "Hípica"...


El escenario de los veranos de mi infancia y adolescencia.....Ibamos toooooooodos los días del verano... excepto los de playa, claro...
Era la piscina perfecta.... graaaaande... podías perderte de tus padres... con su "lavapiés", su foso, su trampolín, sus sombrillas, sus espacios de sombra, su bar...
Para nosotros, un paraíso...
Jose.

martes, 11 de marzo de 2014

jueves, 6 de febrero de 2014

Los Coronas

Un concierto para no olvidar....


Jose.

miércoles, 8 de enero de 2014

"El tiempo"


"El tiempo no existe. El tiempo sólo son las cosas que te pasan, por eso pasa tan deprisa cuando a uno ya no le pasa nada. Después de Reyes, un día notarás que la luz dorada de la tarde se demora en la pared de enfrente y apenas te des cuenta será primavera. Ajenos a ti en algunos valles florecerán los cerezos y en la ciudad habrá otros maniquíes en los escaparates. Una mañana radiante, camino del trabajo, puede que sientas una pulsión en la sangre cuando te cruces en la acera con un cuerpo juvenil que estalla por las costuras, y un atardecer con olor a paja quemada oirás que canta el cuclillo y a las fruterías habrán llegado las cerezas, las fresas y los melocotones y sin saber por qué ya será verano. De pronto te sorprenderás a ti mismo rodeado de niños cargando la sombrilla, el flotador y las sillas plegables en el coche para cumplir con el rito de olvidarte del jefe y de los compañeros de la oficina, pero el gran atasco de regreso a la ciudad será la señal de que las vacaciones han terminado y de la playa te llevarás el recuerdo de un sol que no podrás distinguir del sol del año pasado. El bronceado permanecerá un mes en tu piel y una tarde descubrirás que la pared de enfrente oscurece antes de hora. Enseguida volverán los anuncios de turrones, sonará el primer villancico y será otra vez Navidad. La monotonía hace que los días resbalen sobre la vida a una velocidad increíble sin dejar una huella. Los inviernos de la niñez, los veranos de la adolescencia eran largos e intensos porque cada día había sensaciones nuevas y con ellas te abrías camino en la vida cuesta arriba contra el tiempo. En forma de miedo o de aventura estrenabas el mundo cada mañana al levantarte de la cama. No existe otro remedio conocido para que el tiempo discurra muy despacio sin resbalar sobre la memoria que vivir a cualquier edad pasiones nuevas, experiencias excitantes, cambios imprevistos en la rutina diaria. Lo mejor que uno puede desear para el año nuevo son felices sobresaltos, maravillosas alarmas, sueños imposibles, deseos inconfesables, venenos no del todo mortales y cualquier embrollo imaginario en noches suaves, de forma que la costumbre no te someta a una vida anodina. Que te pasen cosas distintas, como cuando uno era niño."

Artículo de Manuel Vicent en El País, 4 de enero de 2.014.

Jose.