os muestro las últimas y arriesgadas acrobacias del pequeño Antonio. Ante el enorme riesgo de la maniobra (obsérvese que no hay red y que en una mano sostiene el chupete), hemos decidido aplicarle las nuevas normas de seguridad.
Nota de la redacción: el casco también ha servido para corregir su obcecación por romper las paredes a cabezazos.
Un abrazo,
Juan Luis.
4 comentarios:
Juan Luis, te veo suelto con las publicaciones...
El de arriba no ha firmado. Se lo voy a decir a Jose para que le dé unas leches.
Juan Luis.
Me has pillado...
1-1
Jose.
Publicar un comentario